Las empresas que operan a nivel mundial, cuyas actividades de innovación están casi paralizadas, se enfrentan a menudo a un punto muerto; las oficinas de ventas, repartidas por todo el mundo, miran con expectación hacia la sede central y demandan nuevos productos que puedan ofrecer a sus clientes. Desde el punto de vista del sector, es responsabilidad de la sede central y de su departamento de I+D desarrollar productos innovadores.
Una forma eficaz de hacer frente a este reto es participar en un Concurso de Innovación interno, que anime a los empleados de todo el mundo a presentar ideas para los productos que desean.
Talleres de ideas en las regiones
Las diferentes regiones de la empresa se agrupan inicialmente en un número ilimitado de regiones, por ejemplo, 5. En cada una de estas regiones, se celebrará un taller de dos días de duración con entre 10 y 15 participantes cada uno, seleccionados por la dirección de la región. Estos talleres pueden generar un total de 500 ideas para nuevos productos.
Presentación de la mejor idea en las reuniones de dirección
La mejor idea para cada región será seleccionada al final del taller y presentada por el presentador más capacitado en la reunión anual de gestión de la empresa.
Votación en smartphones
Las cinco regiones compiten entre sí delante de directivos de todo el mundo. La votación sobre la mejor idea y la presentación más creativa se realiza a través de un teléfono inteligente.
Innovation Contest como una copa de desafío
La región que gane el Concurso de Innovación recibirá una copa de desafío que permanecerá en la región durante un año.
En el segundo año, por ejemplo, puede decidir involucrar también a la sede central. Al igual que en las regiones, se realiza un taller para ver qué ideas existen dentro de la oficina central con respecto a los nuevos productos. En la reunión de gerencia, seis presentadores estarán en el escenario esta vez, enfrentándose entre sí. De este modo, en este segundo año pueden surgir hasta 800 ideas más.